Quizá sea porque jugamos a ser niños otra vez; porque con nosotros está Júpiter alineado; porque quizá somos de la misma manera diferente... Yo creo que es porque consigues que yo consiga todo, porque hago que te olvides de tus malos días incluso de problemas. Creo que soñamos cómo sería todo esto de la manera en la que nosotros lo controláramos. Éste es mi juego. Atrévete tú también a sentirte Especial.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Tan simple.

Algún día nos cansaremos de contener nuestras ganas de volar y echaremos a cara o cruz quién va primero. Despega despacio, sin hacer ruido y después planea pensando que mañana será aquel día que siempre has querido soñar estando despierto. Quemaban ya las entrañas de maldecir un futuro incierto lleno de errores del pasado; pesaban ya los párpados de esas ideas que nunca quedaron claramente omitidas; gritaba desde dentro ese corazoncito que solo pretendía elegir un dueño que diera cariño, generosidad y respeto. Entra desde mis pupilas haciendo camino recto hacia mis ganas de volar. Después gira a la derecha y recorre por dentro mi alma que de sobredosis tuvo que despertar de su descanso eterno. Porque hace mucho tiempo maltrataron mis instintos y los manipularon cicatrizando el ombligo de mis pensamientos. Porque hace días que decidí echar el vuelo, y solo mirar atrás para sonreír por toda la suerte que tuve de haberos encontrado antes de la palabra final.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Espíritu en llamas.

Se ha asomado a la ventana y ha podido contemplar que ya no queda nada por hacer. Que los niños se han tomado el día libre para merodear por la calle; que las obras se han parado de repente; que la música de la discoteca de abajo ya no retumba hasta partir su paciencia en pedazos; ningún grupo de amigos sale a charlar y a compartir un paseo juntos. Y sin embargo, aun con esta calma extrema, no se duerme. Lleva algo dándole vueltas a la cabeza un largo trecho. Todavía no se ha dado cuenta de que pensar demasiado puede hacer herir al que menos lo merezca, así como también a él mismo. Ha notado seca la boca, se ha levantado y piensa ir a cubrir sus necesidades. Sus pies descalzos no hacían buenas migas con el hedor del suelo de su habitación. Sus manos cansadas no podían recorrer trocito a trocito la pared del camino que le llevaba a su destino. Su espalda mojada en sudor no hacía más que recordarle que últimamente no variaban mucho sus pesadillas. Un día quiso probar si la vida lo necesitaba, por eso intentó balancearse desde la ventana de aquel viejo edificio, para escuchar la voz que le impidiera seguir con tal locura. Desde entonces no dejaba de tener una y otra vez la misma pesadilla, esa pesadilla que aunque se la supiera de memoria, aunque fuera capaz de describir uno a uno los detalles de cada elemento que aparecen, sigue dá

ndole miedo, de tal manera que su corazón no veía la hora de dejar de asustarse. Y aquel día fue algo rutinario dentro de algo completamente inusual. Había perdido su peluche favorito por entre las sábanas, no encontraba el modo de poder levantarse sin que su madre pudiera despertarse, y no obstante, pudo ir hacia allí combinando pasos sonámbulos con pisadas de un silencioso gato. Ha cogido un vaso de agua y vuelve a asomarse a la calle. Esta vez ha visto cómo unos pájaros dormían encima del tejado de su vecino; ha observado su vida frente a frente, recorriendo en su cabeza cada uno de los días que le mereció la pena vivir desde aquel día en que intentó quitarse del medio. Sus párpados vacilaban a la hora de estar abiertos y su boca empezó a emitir suspiros que enviaban alientos cansados y fríos. Y entonces sucedió: cobraron cobertura cada uno de los motivos que le habían hecho sentirse derrotado. Mil negros momentos se presentaron en su imaginación, cada sonrisa de las imágenes le parecía diabólica, volvió a imaginar cómo una a una iban volando las hojas de su antiguo diario y comprendió que todo lo que había vivido había quedado en el olvido – no solo en el de la gente que lo rodeaba, sino que él mismo también lo había olvidado, hasta tal punto de no encontrarse como persona. Y es ahí cuando con todo su onírica bravura pudo poner su cuerpo al otro lado de su espejismo. Ya no sentía ni que pudiera o quisiera agarrarse fuerte a su camino y echó mano de sus rotas ilusiones para expresar a modo de silencio lo que él pedía por vida. Al fin, sus ojos se vieron ennublecidos por el viento que cortaba su cutis, empezaron a empaparse como si fueran a ver el cercano futuro que él estaba por presenciar en primera persona, pudo ver pasar uno y más momentos que le habrían podido servir para realmente saber que había merecido la pena haber nacido, entonces asomó por su cara una leve sonrisa irónica que le trataba a patadas al dueño de su rostro ya que le dieron ganas de volar, pero ya era tarde. Pudo incluso oír el momento en el que sus llantos dijeron basta y sentenció así una vida que no supo aprovechar.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Beldur barik.

Esto va para todos aquéllos; todos aquéllos que un día decidieron quererse y dijeron adiós a que los demás les tratasen como quien trata un mosquito que te hincha las narices cuando intentas dormir, como quien trata a escobazos a una puta polilla. No trato de cambiar el mundo, opino siempre que uno es libre de pensamiento y de actos, siempre y cuando no pise la libertad del otro. Con esto no quiero decir que tengamos que autoevaluarnos, solamente alzo una mano por todos aquéllos que sufren en silencio y reprimen sus ganas de gritar. Que todo el mundo tiene valor innato, todos valemos más la pena de lo que muchos intentan ocultarnos. No te obligo a hacer nada que no quieras. Solo quiero que cada vez que leas esto sepas que deberías dejarlo y con él, dejar todo tu pasado para por fin emprender tu vida, siendo solo tú dueña de ella. Necesito que te quieras para que podamos ayudarte.

Casualidades de la vida.

No sé por qué, pero desde que le sonreíste por primera vez no puede quitarse de la cabeza que eres grande. Desde que vio tus ojos brillar, desde que le diste la mano por primera vez... desde ese momento vive en un continuo parpadeo entre su cabeza y su corazón. Desde que llegaste a nosotros no te vas de su cabeza y creo que eso es síntoma de algo que todavía quizá no se ha descubierto. Un Enero llegó mágico y un verano hizo estragos. Desde que pusiste un pie en su camino ella no para de reír. Gracias a ti ha vuelto a nacer. Gracias por hacer posible que siga desempeñando el rol de mi gran protagonista. Estaré aquí para ver cómo echa su vida por la borda, porque quiero que lo haga.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Dos segundos.




Y así comenzó su nueva vida. Se desabrochó los botones, quiso saltar hasta el infinito, se comió el universo. Cada segundo que agotaba era una vida llena de moratones que no paraban de gritarle que saltara. Frunció el ceño y siguió adelante porque esto, se llame como se llame, se nos puso de frente para formarnos. Para formarnos como personas, no como adultos que debemos ser. Para todo hay un momento y supe que éste era el momento de ser feliz. Nunca busques más allá de tus posibilidades, porque tus posibilidades no definen el campo en el que puedes jugar. Ve y cómete el mundo sin suavidad, sin ser la señorita que debes ser, sin cruzar las piernas cada vez que te sientes en un café, sin agachar la mirada cuando te encuentras de frente con él. Sé quien deber ser, pero sé quien has nacido ser.

Es mejor creer en lo que quieres que querer que te crean.